La elaboración del vino es un proceso lento, lleno de detalles, en el que cualquier imprevisto puede convertir un gran vino en uno mediocre. Para algunos, la crianza del vino es todo un arte que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo, consiguiendo así toda una variedad de vinos con la que podemos disfrutar hoy en día. Hoy en el blog vamos a profundizar sobre la crianza del vino a lo largo de los años, el origen de las barricas y de las bodegas. ¿Quieres saber más sobre los vinos Beronia? ¡Pues sigue leyendo!
El descubrimiento de la barrica de madera para la crianza del vino
El vino es posiblemente la bebida que más tiempo se lleva consumiendo a lo largo de la historia. Aunque se desconoce con claridad el origen de este maravilloso brebaje, la investigación ha descubierto que esta bebida se preparaba hace milenios ya que sus primeros restos datan de hace 5.500 años, en la ciudad de Zagros (Irán). Sin embargo, no podemos hablar de la crianza del vino tal como la entendemos hasta la aparición de la barrica. Creada por el pueblo celta en la antigüedad, lo más curioso es que la barrica se utilizaba como mero recipiente para transportar el vino. En el siglo XVII, con el propósito de proteger el vino durante los viajes y del frío causado por las inclemencias del tiempo, se empieza a guardar en barricas herméticas de madera. Así fue, por pura casualidad, como se descubrieron las propiedades que aporta la madera a la crianza del vino.
Además se descubrió que la mejor madera para la crianza es el roble, siendo dos de sus variedades las más utilizadas: el roble francés y el roble americano. Cada una de estas maderas otorga a los vinos unas propiedades diferentes, haciendo que gracias a la crianza cada vino tenga detalles y sabores muy diferenciados. En la bodega de Beronia contamos con estos dos tipos de maderas y barricas de roble mixto, con las que conseguimos aunar las mejores cualidades de cada una. Por otro lado, debemos tener en cuenta que durante el embotellado, el proceso de crianza sigue en lo que se llamaría fase reductora.
Cuevas subterráneas para la crianza óptima del vino
Pero la barrica no es solo el único factor que afecta en la crianza del vino. La bodega y las condiciones en la que se depositan las barricas también tienen una importancia capital en este tema. En la antigüedad los recipientes de vino se depositaban en cuevas subterráneas. La inercia térmica, niveles de humedad y las propiedades de la tierra proporcionan estabilidad térmica y las condiciones necesarias para la conservación del vino sin ningún tipo de coste energético. Así pues, las bodegas actuales han seguido los pasos de sus antecesoras y Beronia sigue los pasos de las bodegas tradicionales riojanas, aportando las propiedades que han hecho a nuestros vinos ganadores de premios de talla internacional. Por eso mismo, te instamos a que si quieres conocer nuestras bodegas y proceso de elaboración de los vinos Beronia, vengas a visitar nuestras bodegas y comprobar por ti mismo la profesionalidad y el cariño con el que preparamos nuestros vinos.