El rojo es el color de las pasiones, de la fuerza, la valentía, del calor, de la vida. En el simbolismo chino es el color de la buena suerte, y según el fengshui se utiliza para atraer la atención. Tratándose del tono transmisor de energía por excelencia, resulta coherente que en la naturaleza lo encontremos allá donde clavemos la mirada: en el cielo, en el agua o en la tierra. Es el rojo característico que se contempla en esta época del año desde los viñedos de Beronia, el que inspira las líneas de este post.
- ENROJECIMIENTO DE LAS HOJAS O MOMIJI
Es, junto al florecimiento de los cerezos, el espectáculo natural que más se disfruta en Japón. Con la bajada de las temperaturas y la llegada de los vientos más fríos, las hojas del arce japonés comienzan una transformación que pasa del verde al amarillo, para después adquirir tonos naranjas, rojos y hasta violetas. Durante las tres semanas que dura este fenómeno, el país se tiñe de otoño.
Créditos: descubriendojapon.com
- RÍO TINTO
A lo largo de la provincia de Huelva discurre este río de intenso color rojo tierra, y lo hace durante casi 100kms, hasta fundirse con el río Odiel. Su color se debe a la meteorización de los minerales que contiene, plagados de sulfuros de metales pesados (hierro y cobre). Sorprendentemente la NASA probó nuevos instrumentos espaciales en este terreno, ya que las condiciones que aquí se dan son lo más parecido a las de Marte que se pueden encontrar en nuestro planeta.
Créditos: Fuerte Hoteles
- EL ATARDECER EN LOS LUGARES MÁS RECÓNDITOS
Observar los últimos resquicios de luz es algo que siempre ha resultado sugerente a los ojos del ser humano, incluso hay quienes eligen su destino vacacional en función de su belleza. Estos son algunos de los más espectaculares:
Masai Mara, Kenia. Poder vivir un ocaso en mitad de la sabana mientras contemplas una acacia al fondo y, a ser posible, uno de los cinco grandes de África, debe ser una experiencia que te deje sin habla y te marque de por vida.
Créditos: Pinterest
Desierto de Atacama. Situado en el norte de Chile y apresado por los Andes, se encuentra el inmenso desierto de Atacama en cuyo terreno se forman termas, geiseres y salares, sobre los que, al caer la tarde, se refleja el sol.
Créditos: Youtube
Valle de los Baobabs, Madagascar. En mitad de este área protegida y rodeado por majestuosos ejemplares de baobabs, que pueden llegar a medir hasta 24m de altura y tener mil años de antigüedad, sentirás tal paz que te reconciliarás con el mundo.
Créditos: Pinterest
Aiguille du Midi, Montblanc. Para contemplar el último atardecer de la lista debes subir hasta los 3.824m de altura, y allí respirar el aire puro que deja que el sol se esconda con total nitidez y la luz se refleje sobre la nieve.
Créditos: Youtube
- EL VINO
En el caso del vino, la naturaleza ha sido también la total responsable del envolvente color rojo que lo tiñe y que es motivo de estudio para los más apasionados. La uva empieza a gestarse en la viña, lugar donde, con mucho mimo y cuidado, va creciendo y transformándose según las estaciones. El momento de la vendimia es duro y sacrificado, pero también esconde mucha belleza y una gran recompensa final: poder comprobar cómo cae en tu copa y, finalmente, poder degustarlo.
Créditos: Kym Ellis
¿Has sentido la inspiración que evocan estos rojos plagados de belleza?. Si quieres vivirlo, prueba a descorchar un Beronia Crianza, Reserva o Gran Reserva y lo verás con tus propios ojos.