Desde Bodegas Beronia queremos invitarte a conocer las costumbres y tradiciones de nuestra tierra y disfrutar de los encantos que te ofrecen nuestros rincones, nuestros pueblos y nuestra gente.
Nos encontramos en La Rioja, una tierra en la que proliferan las fiestas de todo tipo, culturales, religiosas, gastronómicas y, cómo no, fiestas en torno al vino. En este post y siguientes hablaremos de todas ellas, pero hoy nos centraremos en desgranar las fiestas tradicionales y más típicas de la comarca.
Una de ellas son las Fiestas de San Mateo en Logroño o Fiestas de la Vendimia, dada su proximidad con la fecha de recogida de la uva. Han sido declaradas como fiestas de Interés Turístico Nacional. Sus orígenes se remontan al siglo XII, cuando la ciudad de Logroño obtuvo la categoría de “Villa” consiguiendo el derecho a la celebración de una feria anual, acto que con el tiempo la convirtió en una sede importante de comercio.
En El Espolón, plaza emblemática de la ciudad, tiene lugar el acto central de la fiesta: el pisado de la uva, cuyo mosto se ofrece a la Virgen de Valvanera patrona de la Rioja. Una de las tradiciones más importantes en esos días son los Chamizos, locales pequeños que habilitan las peñas de la ciudad y donde ofrecen gratuitamente a sus visitantes Zurracapote, bebida con base de vino tinto al que se le añade fruta.
Otra de las fiestas características de La Rioja es La Batalla del Vino de Haro que consiste en remojarse con vino tinto entre los participantes. El color de los atuendos de los Romeros se va volviendo granate debido a las cantidades de vino que tiñen sus prendas. Actualmente se arrojan miles de litros de vino.
Su origen empezó con la muerte de San Felices de Bilibio en el siglo VI. Los habitantes de la zona comenzaron a peregrinar a la cueva donde se encontraban enterrados sus restos. Con el paso del tiempo, esta costumbre se convirtió en algo tan popular que el Concejo de Haro en el siglo XV organizó de manera oficial la primera romería a los Riscos de Bilibio. Posteriormente, allí se erigió una ermita y después de una misa en honor a su patrón se celebraba un almuerzo dónde todos los habitantes de los pueblos cercanos festejaban la romería. Ya en el siglo XX se empezó a realizar los primeros “bautizos” de vino llegando hasta nuestros días como una fiesta de Interés Turístico Nacional. Es una batalla tan incruenta como sabrosa que se celebra cada 29 de Junio, día de San Pedro.
Otra de las celebraciones populares de la zona es la La Semana Santa de Calahorra. Con unas grandiosas y espectaculares procesiones fusiona la esencia romana con la tradición cristiana. Con una altísima participación ciudadana, destacan la Cofradía de la Vera Cruz y la Asociación Cultural Paso Viviente las encargadas de elaborar toda la programación de Semana Santa. Las procesiones discurren por el Casco Histórico de la ciudad, cruce de culturas romana, musulmana y judía, con calles angostas y grandes cuestas. Todos los “pasos” aún son portados a un solo hombro, manteniendo la tradición. Considerada fiesta de Interés Turístico Nacional por su singularidad.
Las Fiestas del Santo y las Doncellas de Santo Domingo de la Calzada son en honor de Domingo García, considerado el precursor de una serie de trabajos que realzaron la localidad, entre los que destaca la mejora de la calzada romana que atravesaba el lugar. Estas fiestas se celebran cada año en mayo con multitud de ritos y tradiciones como El Día de la Gaita y el Tamboril, el reparto del Pan del Santo y la Procesión del Pan, entre otras muchas.
La Danza de los Zancos se celebra en el pueblo de Anguiano y consiste en que ocho jóvenes acompañan a la imagen de la Magdalena en procesión junto con música de dos dulzainas y un tamboril para posteriormente lanzarse por una cuesta empedrada (cuesta de los danzadores) girando sobre si mismos con unos zancos de 50 centímetros de altura y amplios faldones a la vez que tocan las castañuelas hasta la plaza, donde se encuentra la gente que frena su caída. Este proceso lo repiten varias veces hasta que los músicos que les acompañan llegan a la plaza del ayuntamiento.
Las Jornadas Medievales de Briones se celebran durante dos días al año en el pueblo de Briones en el mes de junio. La mayoría de sus gentes se sumergen de lleno en el siglo XIV y recrean el modo de vida de la época. Se pueden ver portales temáticos que recrean las labores y costumbres del pasado, canteros, hilanderos, peleas medievales, mudéjares, hidalgos o judíos, entre muchos otros.