Alegra de Beronia: el nuevo rosado para dar la bienvenida al verano

Es la propuesta más fresca y sofisticada de Beronia. Un rosado pálido que no pasa desapercibido -estamos particularmente orgullosos de la presentación- y que está pensado para ser el perfecto acompañante del verano. Ese es el nuevo Alegra de Beronia.

No importa si estáis en el mar o la montaña, de fiesta, haciendo el aperitivo o disfrutando de una barbacoa. También puede ser una de esas paellas que se recuerdan durante meses o frente a platos más elaborados, desde un ceviche a un tartar de atún. Alegra de Beronia encaja en todas estas situaciones y muchas más.

Matías Calleja ha buscado una elaboración que aporte untuosidad en boca para que este rosado pueda hacer incluso el papel de un tinto ligero y, desde luego, enfriarse tanto como un blanco. Y todo ello con un trago fácil que le hace muy agradable de beber. Sus dos grandes virtudes son la versatilidad y la facilidad con la que apetece una segunda copa. 

Buenas uvas bien trabajadas en bodega

Aunque un buen enólogo no desvela todos sus secretos, Matías Calleja sí nos ha dado algunas claves para entender lo que hay detrás de este vino que, como todo lo que sale de Beronia, lleva el sello de las buenas uvas de Rioja Alta.

Se han seleccionado dos parcelas de garnacha y una de tempranillo muy próximas a la bodega de entre 25 y 35 años plantadas en el característico terreno arcillo-calcáreo de esta zona de la denominación. El hecho de que las viñas estén en ladera asegura además una buena aireación y exposición solar.

Para buscar ese bonito color rosa cuarzo y conservar los aromas de frutillos rojos y toques cítricos frescos apenas se ha realizado una breve maceración con pieles a baja temperatura. Luego el mosto ha escurrido de forma natural, pero solo nos hemos quedado con la primera parte, el llamado mosto yema, que es el más puro y delicado.

Tras la fermentación, el detalle más importante es el trabajo con lías que se ha hecho durante tres meses en un recipiente ovoide. Aquí es donde se consigue esa untuosidad en boca que resulta tan agradable y hace que el vino esté tan equilibrado.

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