Con algo más de 100 kilómetros de largo por unos 40 de ancho, Rioja es una denominación extensa en la que hasta la fecha se han distinguido tres zonas bien definidas: Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Oriental (antes conocida como Rioja Baja). Pues bien, el corazón de Beronia está bien enraizado en Rioja Alta.
Evidentemente, se podrían hacer muchas más distinciones teniendo en cuenta los valles transversales que conforman los afluentes del Ebro en su margen derecha (ver mapa) y las zonas de influencia de las distintas sierras que delimitan el valle del Ebro a su paso por Rioja. Nosotros mismos tenemos lugares fetiche como el valle del Valpierre del que hablamos hace bien poco en este blog.
Foto: D.O. Ca. Rioja
Sin embargo, dentro de una visión más general, Rioja Alta, Alavesa y Baja (lo de Oriental apenas tiene unas semanas de vigencia) son nombres bien asentados en el imaginario de una mayoría de aficionados al vino.
¿Dónde se sitúa Rioja Alta?
Si la distinción de Rioja Alavesa en el fondo se debe más a una demarcación administrativa (integra los municipios que pertenecen a Álava, y por tanto a la comunidad autónoma del País Vasco, todos ellos situados en la margen derecha del Ebro), la de Rioja Alta se refiere a su ubicación en el curso alto del río. Es, por tanto, la zona más occidental de la denominación y en ella se cultivan algo más de 27.000 hectáreas de las aproximadamente 65.300 que componen la DOCa. Rioja.
Ollauri, donde se ubica Bodegas Beronia, es uno de los 76 municipios que conforman Rioja Alta. La mayoría de las uvas de las que nos abastecemos se cultivan en viñedos situados en el entorno de la bodega y, por tanto, en municipios de la zona de Rioja Alta como el propio Ollauri, Briones, San Vicente de la Sonosierra, Villalba, Haro, Rodezno, Gimileo, Casalarreina u Hormilla.
¿Cuáles son sus señas de identidad?
Para empezar, una mayor influencia atlántica en el clima que se traduce en maduraciones más lentas y uvas con mayores niveles de acidez.
Los suelos son bastante variados: arcillo-calcáreos, arcillo-ferrosos sobre todo en la margen derecha del Ebro y aluviales en las terrazas. Los mejores viñedos suelen ser los situados en los terrenos más pobres de las laderas. Nuestro enólogo Matías Calleja prefiere la finura de los terrenos arcillo-calcáreos frente a los arcillo-ferrosos que considera más bastos.
¿Cómo son los vinos?
Las características climáticas y edafológicas de la zona permiten elaborar vinos elegantes, equilibrados y, sobre todo, muy aptos para envejecer y con capacidad de guarda. Son legendarios los vinos clásicos de las bodegas del Barrio de la Estación de Haro que en sus orígenes se abastecían fundamentalmente de uvas de su entorno.
Este es el patrón que han buscado muchas bodegas que se asentaron en la zona en épocas posteriores y cuyo objetivo ha sido la elaboración de Reservas y Grandes Reservas de calidad como es el caso de Beronia. Nuestro enólogo Matías Calleja lo tiene claro. “La clave de Rioja Alta -dice- es la finura. Por eso se ha hablado históricamente de vinos finos”.